
Yo era una persona muy lógica, hablaba de manera lógica y me gustaba ser lógico, todo tenia un principio, un desarrollo y un final..
Ella me rompió ese esquema, y tome la decisión de leer Rayuela, que lo tenía arrumbado en la biblioteca. Me di cuenta que ella era igual a ese libro, sin principio, medio, y sin final.
La dejaba a ella en su casa y me venia por la carretera, pensando en que significaba lo que me había dicho. Trataba de encontrarle un orden lógico a su discurso.
No sabia si había dicho que me amaba o que le era indiferente, deje de leer para solo pensar en que había dicho, o si lo que había dicho significa algo.
Y para colmo a veces le daba el ataque de hablar al revés, como esta misma frase quedaría. “Y arap omloc a secev el abad le euqata ed ralbah la sever” y yo tenia que responderle de la misma manera, eso le pasaba en especial cuando estábamos rodeados de personas, y me decía que quería quitarme los pantalones y comerme ahí mismo o cosas similares, y la personas no sabían que decía, a veces rezaba que no estuviera nadie lo suficientemente inteligente para descifrar lo que decía, ya que también decía que la mayoría de las personas eran estupida. Y decía de alguien con la cual estaba hablando - “ Atse se anu adiputse ¿Rop euq el sarim sal satet? On et natsug sal saim? -
Y yo miraba a mi interlocutora rezando para que no entendiera nada. Mientras le decía que si me gustan las de ellas y no me gustaba las de la otra.
Pero me volaba los tapones y hasta eso lo veía adorable.
Y si a al principio, en medio de mi ingenuidad le preguntaba que era lo que me trataba de decir. Era peor, quedaba totalmente perplejo y más confundido que antes de preguntar, me hablaba de perros, del cielo del sabor de un mango.
Increíblemente le iba bien en matemáticas y las materias científicas. Eso era el mayor enigma, ya que para pasar esas materias era necesario aplicar un mínimo de lógica.
Para tratar de entenderla me convertí en totalmente empático con ella, como nunca lo había antes, casi sabia lo que iba hacer antes que ella lo hiciera, sabia donde estaba, sin preguntárselo, fui demasiado unido a ella.
Pero ella en un momento me dijo que la vaina no funcionaria, y nos dejamos.
Me costo mucho olvidarla, pero al final me case con otra, mas insulsa, pero sobre todo mas simple, y no supe de ella por unos 6 años, por vainas del destino me estaba divorciando y me la consigo de nuevo. Y todo volvió de nuevo, ella estaba a punto de casarse, el tipo consumía coca y era súper celoso, pero no le pare, estaba en mi etapa suicida, ya que el tipo media casi 2 metros, trate de convérsela que no lo hiciera, tuvimos sexo, pero aun ella siguió con sus planes, y se caso. Fui a su boda, para demostrar lo masoquista que soy.
A los pocos meses, volvió a mi, me dijo que el tipo era un loco, que esto y que lo otro y que podíamos tratar de nuevo. Le dije que no, trato de convencerme en la cama. Pero no.
Pero que va, me di cuenta que tomar cianuro, era más saludable. Y que aun quería seguir cuerdo, y me la arranque, con todo el dolor que eso significaba.
Luego de dos años la volví a ver, no sabia si estaba drogada o no, en ella eso no hacia diferencia, y fue la ultima vez que la vi.
Ahora me consigo con estas fotos de ella, me doy cuenta del poder de las palabras, ella me voló los tapones con sus palabras.
Cuanta razón tenia Kipling.