< diario de la crisis: para un suicidio saludable * * .
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viernes, 30 de mayo de 2008

para un suicidio saludable

¿Hasta que punto pienso lo que pienso debido a que quiero pensarlo.?
Cuando estudiaba, tuve un amigo que debido al fuerte stress al cual eramos sometidos le comienzo una gastritis.
Una simple gastritis, ese fue el primer caso que estudie detenidamente, ya que vivíamos en la misma casa, y competíamos el cuarto.
La manera de como cambiaba de animo era impresionante, le preguntaba de que pensaba antes de tener un ataque de ira, y me daba razones, hasta convincente parecían. Pero eran razonalizaciones acerca de su malestar.
podía tener razones para molestarse, o para poner cara de molestia pero no para formar un lió. o andar de mal humor todo el día. La cosa no era para tanto.
La gastritis provoca cambios en nuestro comportamiento. los racionalizamos pensando que lo hacemos por una razón muy valedera
El suicidio
Como muchas personas he pensado en suicidarme, además estar vivo es insignificante ya que uno se la pasa mas tiempo no-siendo que siendo. Cuando era niño lo trate de hacer y era el mas temerario de todos mis amigos, luego de la tercera fractura del brazo izquierdo, ya tenia fractura en la pierna izquierda y el brazo derecho (una sola vez) también. Mi papa me pregunto si no amaba a la vida.
Le repondi que no. Pero si llegaba a la edad de el claro que la amaría.


Cuando era niño la vida me importaba un carajo, la prueba, es la cantidad de cicatrices que aun conservo de esa etapa tan feliz donde casi vivía en un hospital.
Muchos años después descubrí el sexo, y me di cuenta que estar vivo tenia sus compensaciones. algo bueno tenia que tener.
Además cree mi propia filosofía de vida, en ella todos nosotros eramos uno, que la conciencia explora todas las posibilidades de la vida en cada uno de nosotros, de esa manera yo era una prostituta en bankog, un místico en la india, un Bosquimano en el Kalahari, un magnate petrolero, era todas las personas.
Y por lo tanto si dejaba de existir seguiría existiendo en otras personas, ya que era como una neurona de un cerebro mayor.
Me creí muy inteligente con todo eso, pero con los años me puse a leer a los filósofos y me di cuenta que ideas parecidas ya la habían pensado y escrito otros filósofos.
Mucho depues estuve casado con una siquiatra (la tipa estaba loca de bolas) ahora, según me entere es una afamada sicoanalista (¡el mundo esta loco!) le conté a ella esto mismo, pero ampliado y en tecnicolor, y trato de buscar "algún trauma de mi niñez" el problema que se encontró es que eso fue antes de los 10 años, y por lo tanto era un niño y no podía tener traumas de la niñez, a menos que fuera del útero de mi mama.
Pero ella se empeñaba que todas las causas del suicidio eran por causas sicológicas.
No voy a negar que me burlaba de ella.
Al final yo tenia razón, hace poco leí un paper muy interesante acerca de la hipermetilacion del rRNA puede ser la causa de muchos suicidios o de ideas suicidas (la "r" es de ribosoma
ignaro lector)
Y eso lo voy a explicar en el blog Otra versión, mañana en la tarde, si están interesados lo pueden leer ahí. También existen causas fisicas y epigeneticas para que las personas se suiciden, Es muy interesante conocer ese estudio.
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3 comentarios:

Blogger Alvaro ha dicho...

Episodio macabro en La Macarena

Aqui no hay nada mas que el simple practico suicidio, la salida limpia a la desesperación

La presión en los campamentos es bastante fuerte, más cuando están ubicados en zonas donde el diario vivir son los operativos militares. Eso lo vivieron los gringos cuando estaban en La Macarena y les tocó la política de erradicación de cultivos de la zona. Uno de los guerrilleros que los cuidaban, que era amable, les prestaba el radio. Entre otras cosas, estaba desesperado por el entorno, por estar huyendo permanentemente y también por las fricciones con el comandante.

Pues un día, delante de los tres, alrededor de las siete de la noche, cogió el fusil y se pegó un tiro en la barbilla. ¡Se mató delante de ellos! No aguantó más la presión. La reacción del comandante fue: ‘Rápido, rápido, quítele la ropa para que no se manche de sangre. Échenlo ahí al hueco’.

Lo echaron a una trinchera, le echaron tierra y al otro día cambiaron de campamento. El afán era que la ropa no se manchara de sangre y que no se ensuciara el arnés. Los tres norteamericanos estaban estupefactos viendo esa escena. Ninguno jamás se imaginó que eso pudiera verse en el mundo.

A ellos esto los marcó de por vida, lo contaban y lo narraban con un sentimiento y una inmensa pesadumbre. No imaginaban posible una situación de ésas, de pronto en una película, pero no en la realidad. Sin duda, fue una experiencia muy, muy fuerte, que refleja el grado de deshumanización de la guerrilla”.


Las marchas de Luis Eladio

30 de mayo de 2008, 16:35  
Blogger Alceste Beüring ha dicho...

Escribí un post sobre el suicidio, pero aún no le he publicado...Te dejaré el link cuando lo publique.

30 de mayo de 2008, 18:01  
Anonymous Anónimo ha dicho...

j,eje,jej,je,je,eje,,,.....too much amigo. Mordaz y "ligerito"

BEA

2 de junio de 2008, 0:46  

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