Mundo Insolito

Después de oír por varias horas los canales del gobierno, se descubre que todo aquel periodista, locutor que trabaje en un medio privado, es un gafo, y arriba de ello no tiene cerebro, solo un disco duro el cual es programado por el dueño.
Se mandan dos mensajes al mismo tiempo, la empresa privada es mala y todos los empresarios deberían ser pasado por la guillotina y que todo aquel periodista que no alabe a Chavez es un infiltrado de la CIA.
Ojala fuese un chiste de mal gusto, el problema es que muchos fanáticos chavista lo creen y al creerlo atacan a esos periodistas.
Ayer en chacaito, estaba pasando por la plaza brion y una periodista estaba entrevistando a un transeúnte, y cerca de donde estaba tomando un café estaban dos camisas rojas (si como antes se hablaba de los camisas pardas y camisas negras) estaban en el mismo local, y decían que deberían de caerle a golpe, otro mas cuerdo, le decia que no, que eso les traería mala publicidad. Pero el otro insistía que era una agente de la CIA, con buenas tetas, excelente culo, pero agente al fin.
La propaganda contra los periodistas ciertamente funciona.
II
Las computadoras de raul no existen, son metafísicas y estan en un nivel similar a los dragones y duendes
III
Todos oímos conversaciones bizarras en el metro, he oído conversaciones de amor, de desamor, del te quiero, del te odio, acerca de métodos operativos, de religión, de política, de todo.
Pero la de ayer se gana todos los premios.
Un tipo moreno oscuro, flaco de cara angulosa y pelo semi crespo, estaba dando clases a el resto de los usuarios de ese vagón de cómo ser carterista.
Me quede perplejo y totalmente incrédulo pero hasta el momento que me baje del vagón el tipo seguía con su clase.
Quizás hasta les dio una clase teórico-práctica, de cualquier manera cuando me baje me asegure que tenía la cartera en su sitio.
IV
Mi hermana tiene una Golden retrive, al parecer no lo quiere mucho, pero ella vive en un apartamento como jardín, donde un perro como ella estaría feliz, mi apartamento no.
Me la dejo por dos días.
Si me la dejo por dos días y claro que estaba feliz, ya que la quiero.
Han pasado 16 días y no la ha venido a buscar, tampoco responde mis llamadas.
¿Tendré algún problema en mi percepción del tiempo?

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