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miércoles, 2 de julio de 2008

La lucha de los sexo I


Foto de maryeu (alias, la cuaima)
Las drosophilas hembras buscan múltiples parejas sexuales, son en extremo promiscuas , no vuelven a tener sexo con la misma nunca (eso del sexo entre insecto es asqueroso). Eso da lugar a uno de los conflictos entre sexos mas feroces, es en ella donde se descubrieron los genes marcadores, que potencian las discusiones de las parejas.
Ya que tenemos fines evolutivos totalmente diferentes, aunque parezca paradójico, ya que pertenecemos a la misma especie y nuestro propósito, juntos seria perpetuar la especie. El problema es que los machos y las hembras tenemos maneras diferentes de ver el problema.
Las discusiones entre parejas tienen que ver con el dinero, donde ir de vacaciones, la decoración de la casa, o si debo peinarme o no, pero también sobre el tamaño de la placenta.
Le he preguntado a mis amigos sobre eso y algunos nunca han pensado en eso. Incluso aquellos que dicen (y tal vez sea cierto) que aman a su pareja y nunca le harían daño, me han dicho “¿Qué coño es eso?”. Pero es muy posible que si le quieran hacer daño.
Volvamos a las drosophilas, como son tan promiscuas, el macho quiere asegurarse que sus genes se trasmitan ¿pero como puede hacerlo si todas son casquivanas? Gracias a eso el semen de los machos contiene, toxinas letales para los espermatozoides de otros machos. Cuando un macho tiene sexo con una hembra que ha tenido relaciones hace poco con otro macho, entra en acción el espermatizida, que elimina el semen competidor.
Pero, hay un problemita, esas toxinas también son toxicas para la hembra, las envenenan (por esa razón las hembras de esa especie viven menos), pero al varón no le importa, ya que ha reforzado su potencial evolutivo y no a volverá a ver a esa tipa.
En los años 90 hicieron un experimento para reforzar el potencial toxico de las toxinas, durante unas 40 generaciones eligieron a los machos mas tóxicos. Y prácticamente la hembra ponía sus huevos y se moría, envenenada.
Eso no era nada bueno para la hembra, pero a los machos no les importaba un comino.
Esa misma coevolucion ha sucedido en los humanos y por eso desarrollamos los genes marcadores. Estos genes parecen violar las reglas de Mendel ya que solo influye un gen de uno de los padres, mientras en el otro sexo es silenciado. En los humanos hay unos 200 genes como esos y la mitad de ellos tiene que ver con el crecimiento de la placenta.
Los genes del padres influenciaran a que la placenta sea mas grande, le quite a la mujer mas recursos y que los niños sean, también mas grande, a costa de la salud de la madre. Los de la madre, quieren que la placenta sea pequeña, y que le quite menos recursos a ella y por supuesto que los niños sean más pequeños.
Es básicamente la misma competencia de las drosophilas.
La placenta es un invasor que invade el cuerpo de la mujer, lanzando tentáculos a sus vasos sanguíneos, para obtener nutrimientos para el feto. Los genes paternos hacen que la invasión sea mas agresiva, y los maternos tratan de parar a los paternos.
Desde el nivel genético comenzamos a discutir con nuestra pareja.
En algunos casos los genes de la madre anticrecimiento son tan poderosos, que la placenta nunca se forma, por lo tanto la mujer no puede tener hijos. Pero si es el de los machos quienes no encuentran ninguna oposición, la placenta puede crecer incontrolablemente y producirán un cáncer llamado carcinosarcoma.
En los humanos las hormonas que promueven el crecimiento del feto solo se expresan en los genes de los machos (ya que queremos que nuestro hijo sea grande). Pero si es muy grande, no pasara por el útero y matara a la madre (hay que volver a recordar que no siempre existieron los quirófanos, eso es mas bien una aberración desde el punto de vista evolutivo).
Pero una vez que el niño nazca, los genes marcadores dan otro giro, los expresados por el padre hacen que el bebe sea un activo lactante (quitándole mas recursos a la madre) otros en el desarrollo del cerebro.
Las madres quieren que seamos inteligentes, pero los genes del padre quieren que seamos grandes y fuertes. Los de la madre promueven una corteza cerebral mayor, mientras los del macho promueven el hipotálamo donde se controla funciones inconscientes del cuerpo (para el deporte) Los corolario de esto, se los dejo como tarea. Yo no me voy a meter en ese lio.
Estos hallazgos son desde el punto de vista filosófico son perturbadores, para decirlo suave, sobre nuestra propia naturaleza. A los machos, como lo demuestran las drosophilas, no nos interesa la salud de las hembras.
Eso no es una excusa para tratarlas mal (aunque a veces provoque) ya que como veremos mas adelante, esa no es una buena EEE (estrategia evolutiva estable)
Pero hay otros experimentos, que nos dan una cierta esperanza de que no seamos tan desalmados. Y que eso de que, en la salud y en la enfermedad no suene tan hipócritamente falso.
Mañana sigo con esto. Y del comportamiento de la mujer y el hombre en el sexo.

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3 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Sucinto e interesante. Este post tiene muchos filones.

2 de julio de 2008, 12:59  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

6 de julio de 2008, 8:09  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

6 de julio de 2008, 8:09  

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